Hegemonía y antagonismo.

La teoría discursiva ante los antagonismos realmente existentes

Resumo

El presente artículo tiene por objetivo delinear una lectura crítica de la teoría discursiva de la hegemonía, elaborada por Ernesto Laclau, ante el escenario de crisis del tardo-capitalismo actual y remergencia de los antagonismos, laborales, medioambientales, comunicativos, políticos e ideológico que ponen en cuestión algunos de los núcleos de la propuesta posmarxista. El objeto del presente análisis será la formulación agonística del antagonismo discursivo en la Teoría de la hegemonía. Partimos de situar el aporte de la Teoría discusiva de la hegemonía a una crítica del determinismo económico de parte del pensamiento marxista, que reduce la subjetividad política a una regularidad de tipo estructural. A esta visión se antepone una conceptualización de la hegemonía sostenida en una ontología del discurso donde toda realidad resulta una articulación de significaciones. A partir de las cuales los individuos se subjetivan desde diversas posiciones de sujeto. Identidades y demandas que definen contextualmente el antagonismo como una ontología de lo social. No obstante, tal conceptualización se sustenta en una anteposición de la contingencia radical al carácter material del antagonismo como proceso social de límite de la subjetividad política.  Desde este punto la noción discursiva de la hegemonía niega cualquier exterioridad a la relación discursiva, a partir de una crítica limitada a la económica política marxista y sus implicaciones para una noción de antagonismo como locus de la subjetividad política. La crítica al determinismo económico y clasista trae implícita la negación del proceso material de alienación característico de la relación trabajo-capital que sustenta la constitución de lo político en el tardo-capitalismo actual. Ello desde una formal utilización del paradigma Derridiano de la deconstrucción que no hace referencia a la condición de alteridad de toda relación discursiva. Teniendo estos elementos por base, valoraremos como la formulación discursiva del antagonismo queda vulnerada ante los síntomas de agotamiento del tardo capitalismo neoliberal, cuyos efectos en la explotación del cuerpo, del otro y del medio ambiente nos señala la crisis de sus límites.